¿Qué es la tenencia compartida?
La tenencia compartida es una figura jurídica que ha ganado relevancia en el ámbito del derecho de familia, especialmente en los casos de separación y divorcio. Este régimen busca establecer que ambos progenitores mantengan, en igualdad de condiciones, la responsabilidad y el cuidado de sus hijos. Sin embargo, la tenencia compartida presenta tanto ventajas como desventajas que deben ser consideradas detenidamente.
Desde una perspectiva legal, la tenencia compartida se encuentra regulada en diversos cuerpos normativos. El Código Procesal Civil y el Código Civil peruano establecen disposiciones específicas sobre la custodia y el cuidado de los menores. El Libro de Familia y el Código del Niño y del Adolescente también proporcionan directrices sobre la protección de los derechos de los menores, promoviendo su bienestar y desarrollo integral.
Entre los tratados internacionales que respaldan esta figura, se destaca la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas por su énfasis en el interés superior del niño. Este principio, que debe orientar todas las decisiones relacionadas con la custodia, promueve un entorno en el cual el niño pueda mantener relaciones significativas con ambos progenitores.
Beneficios de la tenencia compartida
Uno de los principales beneficios de la tenencia compartida es que facilita la participación de ambos padres en la vida del menor. Esto puede contribuir positivamente al desarrollo emocional y psicológico del niño, brindándole estabilidad y seguridad. Además, la tenencia compartida puede reducir los conflictos entre los padres, al fomentar una cooperación y comunicación constantes.
¿Cuáles son los retos de la tenencia compartida?
No obstante, esta figura también presenta ciertos desafíos. Uno de los principales inconvenientes es la dificultad de implementación cuando los padres viven a gran distancia el uno del otro. En tales casos, la logística y el traslado frecuente pueden afectar negativamente el bienestar del menor, generando estrés y desarraigo. Además, la tenencia compartida requiere una gran capacidad de colaboración entre los progenitores, lo cual no siempre es posible en situaciones de conflicto severo.
En relación con la normativa específica, la Ley N.º 31590 – Ley Que Regula La Tenencia Compartida, y que modifica los Artículos 81,82, 83 y 84 del Código de los Niños y Adolescentes ha representado un avance significativo en el marco legal peruano. Dicha ley establece directrices claras para la tenencia compartida, priorizando el interés superior del menor y garantizando la participación equitativa de ambos progenitores en su crianza. No obstante, también reconoce la imposibilidad de implementar este régimen en situaciones donde la distancia geográfica entre los padres impide una convivencia equilibrada.
Es fundamental destacar que la tenencia compartida puede no ser conveniente en todos los casos. Las características particulares de cada familia, así como las necesidades específicas de cada menor, deben ser evaluadas con detenimiento. Los jueces y profesionales del derecho tienen la responsabilidad de considerar todos los factores pertinentes para determinar el régimen de custodia más adecuado en cada situación.
En conclusión, la tenencia compartida ofrece un marco legal que promueve la equidad y la participación conjunta de ambos padres en la crianza de sus hijos. Sin embargo, su aplicación práctica requiere una cuidadosa evaluación de las circunstancias individuales, considerando tanto los beneficios como los desafíos que esta figura puede implicar. La legislación peruana y los tratados internacionales proporcionan un sólido respaldo para esta modalidad, pero siempre debe prevalecer el interés superior del niño como criterio fundamental en cualquier decisión judicial relacionada con la custodia y el cuidado de los menores.
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