A continuación, detallo las conductas que constituyen el delito: vigilar (seguir a una persona de forma insistente), perseguir (acercarse físicamente), hostigar (realizar actos intimidantes), asediar (forzar contacto de manera invasiva) y buscar contacto sin consentimiento (comunicarse contra la voluntad de la persona).
El acoso, en cualquiera de sus formas, es una experiencia profundamente desgastante y, lamentablemente, una realidad que muchas personas, en específico mujeres y niñas, enfrentan hoy en día, ya sea en el ámbito personal, laboral o a través de medios digitales. Esta conducta trae consigo consecuencias emocionales, psicológicas y sociales.
¿Qué hacer ante un caso de acoso?
Si estás siendo víctima de acoso, es momento de buscar soporte legal.
Paso 1: Identifica el acoso.
Identifica si lo que estás viviendo se ajusta a la definición de acoso. Por lo general, este delito implica conductas no deseadas o no consentidas, reiteradas y que generan un ambiente de incertidumbre, humillante o incluso amenazante.
Paso 2: Registra cada incidente.
Obtén pruebas de los incidentes de acoso, te servirá para acreditarlo durante el proceso penal, asegúrate en recabar los siguientes datos:
Registra cada incidente con el mayor nivel de detalle posible (fecha, hora, lugar)
Describe lo sucedido, el impacto que tuvo en ti y las personas que estuvieron presentes como testigos.
Conserva los mensajes, correos electrónicos, capturas de pantalla o cualquier otra prueba que respalde tu versión de los hechos.
Paso 3: Busca apoyo urgente.
Hablar sobre lo que estás viviendo puede ayudarte aminorar la carga emocional. Confía en un amigo, familiar o un psicólogo. También puedes optar por escuchar podcast sobre el manejo del estrés postraumático, que te brinden herramientas para sobrellevar la situación.
Paso 4: Mujer, conoce y defiende tus derechos.
El acoso es reconocido como una conducta ilícita en diversas formas, dependiendo del contexto. Acoso laboral: Conducta ilícita ejercido por el empleador o superior jerárquico.
Acoso sexual: Puede denunciarse tanto en el ámbito laboral como penal, siendo recomendable hacerlo en ambas vías para establecer un precedente contra el acosador, tanto en la esfera administrativa como en la penal.
Paso 5: La importancia de denunciar.
Busca asesoría legal de abogados especializados en derecho penal para presentar tu denuncia, o acércate a la comisaría del distrito donde sucedieron los hechos para formalizarla.
Si el acoso ocurre en el trabajo, presenta una queja formal ante recursos humanos o una institución laboral competente. Ellos evaluarán el caso y decidirán si corresponde imponer una sanción administrativa, como la suspensión del agresor o su separación definitiva de la institución.
Al exponer tu caso al abogado especializado, él analizará tu situación y evaluará la posibilidad de solicitar medidas de protección para que cesen los actos de acoso, Estas medidas te ayudarán a garantizar tu seguridad durante el desarrollo del proceso legal.
Paso 6: Prioriza tu bienestar emocional.
El acoso puede causar estrés, ansiedad e incluso derivar en traumas posteriores al evento. Busca ayuda psicológica para enfrentar lo que estás viviendo.
Te recomiendo:
Si estás siendo víctima de acoso empieza por documentar los incidentes y cualquier evidencia que de respaldo. Recuerda, tu voz tiene valor y tus derechos te protegen. No permitas que el miedo te detenga; el camino hacia la justicia comienza con la decisión de defenderte.
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